El otro día me enviaron esta noticia sobre el sacerdocio ministerial femenino: Una investigación afirma que los primeros sacerdotes cristianos fueron mujeres y que la Iglesia lo ha ocultado. Y después, esta: El Vaticano lleva siglos ocultando que los primeros sacerdotes eran mujeres. No he tenido tiempo de leer mucho más, aunque la tal Ally Kateusz tiene página web. Después de ver la noticia, de pronto, es como si me hubiera sentido yo mismo cismático e infiel a la tradición cristiana. Y no deja de ser curioso después de estar oyendo tanto tiempo que los cismáticos y herejes son los otros. En cualquier caso, y en relación con el sacerdocio de la mujer, yo lamento profundamente la posición actual de la Iglesia. Más aún, me paree un espectáculo contextualmente impresentable una estética litúrgica y de gobierno eclesial exclusivamente de hombres. En cualquier caso, habría de ser verdad eso de que Cristo no eligió a mujeres para tal misión sacerdotal, y yo seguiría afirmando que la iglesia de hoy, por sentido común, por sentido de la historia, y sobre todo, por una razón de pura dignidad personal, la Iglesia -digo-, debería ofrecer la posibilidad del sacerdocio ministerial femenino. Como decía Emilio Lledó: "vivir es interpretar". Y como añade mi humilde persona: "sólo el que es capaz de interpretar la historia vive con dignidad el presente".
© Fco. Jesús Genestal Roche
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